Os spaghettis da minha vida | Adrián Esbilla @ Esbilla Cinematográfica Popular

A armada espanhola continua a fazer presença nesta rúbrica. Desta vez quisemos saber que westerns-spaghetti fazem salivar o nosso amigo asturiano Adrián, responsável pelo excelente blogue Esbilla Cinematográfica Popular:

Mi primer encuentro infantil con el spaghetti western es una sesión matinal de reestreno con la bien poco noble comedia de mamporros "Occhio alla penna", en España "Dos granujas en el oeste". Protagonizada por el entrañable Bud y un comicastro franco-marroquí llamado Amidou que hacía de indio. Todo esto lo he sabido después, claro, en aquel momento debía estar embobado mirando como un enorme barbudo que se enfadaba de broma echaba abajo una casa solo con sus puños.

Pero ni Spencer, ni tampoco Terence Hill, me dejaron huella sentimental más allá de reconocerles su encanto humilde. La primera película que me hizo darme cuenta de que aquellas películas eran mucho más fue, evidentemente, una de Sergio Leone. En mi caso la culpable es "La muerte tenía un precio" y la poderosa efigie de Lee Van Cleef. Aquella manera en la que los actores se movían, aquella música... era, sencillamente, otra cosa. Por eso Leone está fuera de este top, porque él es otra cosa y no sería justo para las demás películas compararlas con las de uno de los pocos directores que pueden decir “yo cambié el cine”.

Pero entre medias hay un recuerdo mucho más fuerte; durante los veranos la segunda cadena de la televisión española daba, mañana y tarde si, mañana y tarde también películas. La gran mayoría eran títulos europeos de género, aventuras, peplum... y spaghetti-western. Eran especiales. Enloquecidas y absorbentes, saturadas de colores violentos y personajes llamativos, eran salvajes, diferentes del resto de películas, tanto de los estrenos de por las noches como de las de piratas o vaqueros de los sábados y domingos al mediodía o de aquellos ciclos sobre grandes actores del cine clásico. Eran un vicio y yo les era fiel.

Dos imágenes se me ha quedado grabadas, una pertenecía a un hombre crucificado en una rueda enorme, bajo una tormenta y en un pueblo cubierto de barro, años después, viendo "Keoma", encontré esta imagen. La otra es más extraña: un hombre abre de una patada la puerta de una especie de establo, dentro hay unos soldados nordistas. Sin mediar palabra los acribilla a todos que caen, entre el estrépito inconfundible de las balas italianas, dando volteretas y grandes alardes de dolor. Es solo ese momento, fulminante y clarísimo. Nunca he sabido a que película pertenece o si tan siquiera pertenece a alguna. En realidad, me he dado cuenta de que pienso en ella como en una construcción genérica que mi memoria ha fabricado sobre el total de aquellas películas, es mi imagen inconsciente y personal de spaghetti-western.

Os 10 favoritos:

01 | I giorni dell'ira | Tonino Valerii | 1967

Una obra maestra del western sin apellidos. Simulataneamente clásica y moderna, sentimental y lúcida. Reflexión perfecta sobre la violencia el poder y las relaciones masculinas de una hondura moral y conceptual superlativas. Van Cleef iguala sus mejores trabajos con Leone y Gemma se supera en un papel de apreciable complejidad. Valerii dirige como un maestro.

02 | Faccia a faccia | Sergio Sollima | 1967

El spaghetti-western ideológico y político en su máxima expresión. Sergio Sollima, en su mejor film junto al superlativo thriller "Revolver", enfrenta los incendiarios talentos de Gian Maria Volonté y Tomás Milian en una feroz batalla moral entre un apocado maestro venido del Este a tratar su enfermedad y que terminará por transformarse en un brutal forajido y Beuregard, aterrador bandido anarcoide que renunciará a la violencia al ver su imagen deformada.

03 | Ognuno per sé | Giorgio Capitani | 1967

"El tesoro de Sierra Madre" del género, un film de aventuras en el que, de fondo, combaten las dos vertientes del western (la americana y la italiana), sosteniendo una estructura de opuestos y parejas. Muy bien interpretada por un heterogéneo reparta que se beneficia de la precisa definición de sus personajes y, en general, un título a descubrir por emocionante y original.

04 | E Dio disse a Caino... | Antonio Margheriti | 1969

Margheriti trasladando, sin alteración interna alguna, su mejor cine gótico a las coordenadas de western all’italiana para entregar una joya fantasmagórica y extraña repleta de simbolismo y magia. Kinski resulta insuperable como vengador de ultratumba que regresa por una sola noche de viento y plomo.

05 | El precio de un hombre | Eugenio Martín | 1966

Seguramente el mejor western español de la historia y una de las grandes películas del minusvalorado Martín. Muy elaborada en todos los sentidos, Posee un bloque central soberbio y una interpretación poderosísima del excelente Tomás Milian. Intensa, clasutrofóbica y ambigua, su final resulta por completo inolvidable.

06 | Il prezzo del potere | Tonino Valerii | 1969

Un film escandalosamente desconocido y muy poco visto que supone una insólita reinterpretación del magnicidio Kennedy ("La muerte de un presidente" es su título español) en los territorios del eurowestern. Dirigida con brillantez por Valerii y estupendamente interpretada por Giuliano Gemma, cuenta con la presencia del veterano Van Johnson en el papel de presidente. Un trabajo ambicioso, elegante y muy bien resuelto que acerca el género al thriller político para reflexionar (otra vez) sobre el compromiso, la corrupción y el idealismo.

07 | Se sei vivo spara | Giulio Questi | 1967

Delirante, febril y barroco. Relectura de la archisobada historia de venganzas del género de acuerdo con una interpretación de la misma por completo extravagante y perversa. Aturde y asombra con su mezcla de violencia desaforada y misticismo. Milian vuelve a pegarle fuego a la pantalla con su presencia combustible y el oro aparece más simbólico y fetichista que nunca.

08 | La Resa dei conti | Sergio Sollima | 1966

Otro gran título de Sollima que casi propone una variación sobre "El precio de un hombre" de Martín. Van Cleef juega de manera genial con su asentada tipología y Milian crea un arquetipo nuevo, el del pícaro superviviente que repetiría luego de manera insistente, tanto dentro del spaghetti-western como del poliziottesco. Enérgica, vibrante y subversiva, contiene, además un papel antológico de la española Nieves Navarro como dominatrix del Oeste.

09 | Antes llega la muerte | Joaquín Luis Romero Marchent | 1964

La obra maestra pre-Leone. Clásica, dramática y vigorosa, dirigida con su poderío habitual por Romero Marchent, refiere con limpieza a la escuela psicológica del western norteamericano de los 50. Soberbios papeles protagonistas y un tercio final en el que se dan la mano la hondura narrativa y una valoración del paisaje ejemplar.

10 | La notte dei serpenti | Giulio Petroni | 1969

Spaghetti western crepuscular y estilizado casi hasta la abstracción, que propone una historia de redención existencialista en una frontera prestada por Sam Peckinpah. Genial Luke Askew como pistolero alcoholizado y decadente en un film atípico que si bien no es mejor película que la justamente célebre "Da uomo a uomo", tiene un “algo” que la hace especial.

Joker: Fantasías del oeste!

Winnetou I | Harald Reinl | 1963

Desbordando un tanto los límites del género esta es mejor de entre las adaptaciones que la Rialto emprendió sobre las populares novelas de Karl May, sobre su inmortales personajes del noble apache Winnetou (el bello Pierre Brice), aquí más joven e impulsivo pero ya perfilando su estoico carácter y el heroico Old Shatterhand (el no menos apolíneo Lex Barker) intentando mantener la paz entre indios y blancos. Responde a un ideal totalmente romántico sobre el western y desborda encanto, emoción y diversión, además de un acertado aire de tebeo. Rodada en bellas localizaciones yugoslavas con un notable despliegue de medios dentro de su modestia industrial y beneficiada de la presencia del gran Mario Adorf como ruin villano.

A evitar: ...y no lo comprendo!

Vado... l'ammazzo e torno | Enzo G. Castellari | 1967

Un batiburrillo sin gracia ni mayor estilo del que apenas se pueden rescatar un par de buenas ideas de puesta en escena y que carece del nervio habitual de un director con obras notables dentro del eurowestern. Abiertamente paródico y autorreferencial, se abre con una secuencia pre-créditos en la cual Hilton tirotea sin respeto alguno a unos dobles sandungueros de Van Cleef, Eastwood y Nero, y un desarrollo que prefigura el futuro giro hacia la comedia bufa. Tiene cierto prestigio, personalmente, no lo comprendo.